El reto de conectar con pacientes que posponen su salud: claves para profesionales


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Pacientes

Una de las situaciones más frustrantes y a la vez más frecuentes para los profesionales de la salud, es ver cómo muchas personas llegan a consulta cuando el problema ya ha avanzado demasiado. No es que no les importe su bienestar. La mayoría simplemente lo pospone.

Algunos lo hacen por miedo, otros por desinformación o por no considerar sus síntomas como algo “grave”. También están quienes priorizan todo antes que a sí mismos: trabajo, hijos, compromisos, metas. Y la salud, irónicamente, pasa a un segundo plano… hasta que el cuerpo les exige detenerse.

Entender al paciente que evita cuidarse

Antes de juzgar a estos pacientes, es clave entender las razones detrás de su comportamiento. Muchos han crecido en entornos donde “aguantarse” es la norma, donde ir al médico es una última opción y donde hablar de salud mental sigue siendo un tabú. 

Otros han tenido malas experiencias con el sistema de salud o simplemente no tienen acceso fácil a un profesional. Algunos no saben cómo gestionar su tiempo para incluir el autocuidado en su rutina. Y están los que sienten culpa por “parar” a pensar en ellos mismos. 

Conectar con estos pacientes requiere más que un diagnóstico preciso: implica empatía, comunicación sencilla y estrategias prácticas para acercarlos al cuidado de su salud sin que lo sientan como una obligación.

Claves para los profesionales que quieren marcar la diferencia

1. Escuchar sin juzgar: cada historia es única. A veces solo se necesita validar la experiencia del paciente para empezar a construir confianza.

2. Educar de forma clara y directa: muchas personas no entienden el impacto real de sus síntomas. Mostrar el “para qué” de los cambios, más que el “tienes que”, puede hacer una gran diferencia.

3. Acompañar de forma accesible: herramientas digitales, recordatorios, consultas virtuales y contenidos sencillos pueden mantener al paciente comprometido con su proceso.

4. Empatizar con la resistencia: el cambio de hábitos no ocurre de un día para otro. Celebrar avances pequeños y estar presente en los retrocesos es parte del trabajo.

5. Estar donde el paciente está: redes sociales, apps, canales digitales... hoy, más que nunca, los profesionales tienen la posibilidad de adaptarse al lenguaje y al entorno de quienes necesitan ayuda.

¿Y si hubiera una red de salud que facilitara este puente?

Justamente sobre este tema encontré un blog publicado por BienEstás 360 que me pareció muy valioso. Habla sobre cómo los profesionales de la salud pueden llevar su vocación más lejos y conectar con esas personas que más lo necesitan, pero menos se priorizan. 

Si eres médico, psicólogo, nutricionista o cualquier otro profesional de la salud y estás buscando herramientas para llegar a más personas de manera efectiva y humana, te recomiendo que leas este artículo:

Profesionales de la salud: esta es la oportunidad de llegar a quienes más lo necesitan (y que menos se priorizan).

Es una mirada poderosa a cómo la tecnología y el propósito pueden trabajar juntos por el bienestar colectivo.

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