Al momento de querer empezar a emprender lo primero que se tiene a consideración es el producto o servicio que se quiere ofrecer, los medios para hacerlo y el público objetivo a quien se quiere impactar. En ocasiones este último factor tiende a ser un limitante dado que, por lo general, las primeras personas en adquirir lo que estamos vendiendo suelen estar en nuestro círculo cercano, tales como familiares y amigos que lo hacen en pro de apoyarnos en nuestros proyectos.
No obstante, a veces esa cantidad de personas no logran ser suficientes para recuperar la inversión y es necesario tener un mayor alcance para continuar con el negocio, aunque sea claro que al inicio no se generan las ganancias esperadas.
Es aquí donde no hay que olvidar un lugar clave que puede ser el foco de clientes potenciales: la oficina. El sitio de trabajo es uno de los espacios en donde pasamos la mayoría del tiempo y donde existe una gran variedad de personas a las cuales a diario escuchamos hablar de sus necesidades y preferencias.
En razón a esto, la oficina es un mercado potencial que podemos aprovechar al momento de ofrecer nuestros productos para incrementar la compra y el reconocimiento. Por eso, aquí te dejo algunas ideas para emprender dentro del trabajo.
Estas ideas te ayudarán a tener un buen comienzo en tu emprendimiento y a darte a conocer con más personas de las esperadas. Al cabo de un tiempo verás que en el momento en que tus compañeros necesiten de tus productos o servicios no dudarán en contactarte, incluso si ya no trabajas en la misma empresa.