Cuidando el medio ambiente: comencemos desde la cocina

La cocina es el espacio de nuestra casa donde se producen la mayor cantidad de residuos sólidos, debido a las actividades de preparación de alimentos que allí se realizan y que generan una buena proporción de desechos. Por tanto, es la cocina el lugar donde hay mayor impacto, pero también mayor potencial, para generar dinámicas de vida sostenible desde el centro de cada familia.

Según el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio, aproximadamente el 61% de los residuos generados por la población colombiana son de carácter orgánico y está claro que es la cocina el lugar de donde salen la mayor cantidad de estos residuos, pero también otros inorgánicos que no necesariamente tienen por qué ir a los rellenos sanitarios de las ciudades. A continuación algunos consejos para aportar al cuidado del medio ambiente, transformando nuestra visión de compra, uso y posconsumo de productos en la cocina.

Desde la fuente: comprar conscientemente

Uno de los grandes errores que cometemos la mayoría de las personas es pensar en cómo disponer los residuos cuando ya los tenemos en casa. Sin embargo, desde la fuente podemos evitar la generación de mucha basura, revisando y comprando conscientemente. Algunos consejos:

• Comprar productos en empaques más grandes. No es necesario que llevemos a nuestra casa, por ejemplo, seis bolsas de arroz individuales, cuando podemos comprar mejor una bolsa grande y evitar así incrementar el uso del plástico.
  
• En esta misma línea, evitar las frutas y verduras que vienen en empaques individuales; más bien escogerlas a granel y llevarlas todas en una sola bolsa (que podemos llevar desde casa).
  
• Revisar el tipo de empaques de los productos que vamos a comprar y preferir aquellos que tengan mayor potencial de reciclaje.
  
• Evitar comprar grandes cantidades de un producto específico y revisar siempre las fechas de vencimiento, para disminuir el riesgo de pérdida de los productos perecederos.

En la preparación: creatividad

Al momento de preparar los alimentos, también se puede evitar el desperdicio y disminución de desechos. Algunos consejos:

• Regular las cantidades que se preparan. Medir para no ‘hacer más de la cuenta’ y correr el riesgo de tener que desechar algún alimento.
  

• Conciencia al preparar. No porque una zanahoria, por ejemplo, tenga una imperfección en uno de sus extremos significa que no se pueda usar el resto. Implica abrir nuestra mente para evitar los desperdicios y aprovechar cada parte de los productos.

¿Sabías que hay recetas para aprovechar las cáscaras de papa, de banano o el bagazo resultante del jugo de algunas frutas? Te sorprenderías de la variedad (y sabrosura) de recetas para aprovechar cada parte de los alimentos. Tienes internet a un clic, aprovéchalo, investiga ¡Y que surja la creatividad en la cocina!

En la disposición final: reciclaje y compostaje

En este punto, y teniendo en cuenta los consejos mencionados anteriormente, ya deberíamos haber reducido sustancialmente los residuos a generar. Sin embargo, siempre quedarán algunos por disponer. Algunos consejos para estos:

• Los residuos orgánicos van al compostaje o a la bolsa verde, dependiendo cómo lo hagamos en casa. ¿Por qué mezclarlos y generar mayor cantidad de basura cuando estos se pueden aprovechar y reinsertarse en el ciclo productivo a través de la generación de abonos orgánicos?
• La mayoría de los empaques de alimentos son reciclables, aprende a diferenciarlos, separarlos y disponerlos adecuadamente. Las cajas de tetrapak, las bolsas plásticas y recipientes metálicos, por mencionar solo algunos materiales, los puedes lavar, dejar secar, agruparlos por categoría y disponerlos en puntos de acopio.

Aprende más sobre este punto en este artículo:
¿Cómo reciclar en casa y no tirar todo a la basura en el intento?

Recuerda, el objetivo principal de todos estos consejos es que reduzcamos en el mayor porcentaje posible la generación de residuos no aprovechables, cuya disposición inadecuada genera un gran impacto en el medio ambiente. Planeta solo tenemos uno, pero es responsabilidad de todos cuidarlo ¡Aportemos desde el hogar, una acción a la vez!