¿Sabías que el desarrollo sustentable puede ser una de las claves para una economía colaborativa? Si ya sabes qué es una cooperativa y cómo funcionan las cooperativas multiactivas, pero nunca escuchaste de este término ni de las distintas formas de financiamiento que existen, en este artículo te lo contaremos. ¡Descubre todos los detalles importantes!
La economía colaborativa, también conocida como economía solidaria o cooperativismo, es un modelo económico especial en el cual los usuarios se aprovechan de las nuevas tecnologías para distintos objetivos.
Entre ellos, comprar, vender, alquilar e incluso compartir distintos bienes y/o servicios.
Y todo a través de una filosofía que busca garantizar la igualdad y equidad en la sociedad.
O sea, el objetivo no solamente es conseguir un rédito económico, sino también brindar oportunidades e información para la sociedad. De ahí, que se pueda manifestar de diversas maneras.
A continuación, te explicaremos qué tipos de economía colaborativa existen, especialmente, en el mundo digital:
En el mercado, consiste en el trueque, pero también es posible verlo con la digitalización. Por ejemplo, a través de las plataformas online que permiten a los usuarios intercambiar bienes y servicios.
Consiste en aquellas plataformas que no tienen ánimo de lucro y difunden conocimiento. Un ejemplo claro es Wikipedia, que permite que cualquiera pueda acceder a archivos informativos sin necesidad de pagar.
En este caso, son espacios virtuales o físicos donde se interactúa. El objetivo es construir proyectos en conjunto. Esto se ve en un equipo de diseñadores gráficos que puede abrir una agencia cooperativa para vender servicios a las compañías.
También existe un aspecto financiero. Por ejemplo, algunos sistemas de financiación colectiva como el crowdfunding. Este tipo de economía consiste en reunir un presupuesto, a través de Internet, para lanzar una idea al mercado, como crear una película.
Si quieres saber cuáles son las claves para implementar una buena economía de este tipo, lee abajo:
Básicamente, las nuevas tecnologías pueden fomentar esta clase de economía colaborativa. Por ejemplo, a la hora de financiar un proyecto, alternativas como “Cafecito” sirven para reunir dinero de una manera simple ¡Y está disponible para todo el mundo!
Del mismo modo, también es posible contratar servicios específicos para proyectos cooperativos. Una muestra clara se ve en el mundo freelance. Si necesitas a un profesional para un trabajo específico puedes ingresar en plataformas de trabajo para realizar una oferta de empleo.
Finalmente, también es posible atender las necesidades de los consumidores. Si manejas un negocio puedes tener un sistema de reseñas donde tu público valore tu servicio. Esto ayudará a que nuevos consumidores satisfagan sus dudas y esto, a su vez, te permitirá potenciar tu calidad de ventas.
En definitiva, la economía colaborativa es un nuevo paradigma que engloba varias cuestiones. Lo esencial es comprender que gracias a Internet es posible intercambiar información, servicios o dinero con los demás de forma simple ¡Utilízala a tu favor!