El aprendizaje es posible en todos los seres vivos, partamos desde el punto básico que son los animales y las plantas, es claro que las plantas no tienen cerebro, pero aun así aprenden.
El comportamiento está determinado principalmente por el instinto, pero los insectos pueden aprender comportamientos más avanzados y complejos, como las abejas que memorizan la ruta hacia sus flores favoritas y bailando en el aire para llegar allí e Incluso pueden seguir las instrucciones de tus compañeros, o las ratas que no solo pueden aprender algunos trucos, sino también logran memorizar laberintos tridimensionales.
Otro ejemplo son los chimpancés. Pueden aprender imitando a otros chimpancés simplemente observándose usar herramientas para abrir nueces. Un mono puede aprender en un día.
Los comportamientos aprendidos son muy complejos y varían según la especie, la inteligencia y la población.
Aunque se dice que los monos tienen una cultura, existen diferencias importantes entre humanos y simios. En un experimento, se les mostró a un grupo de chimpancés y niños cómo alcanzar dulces siguiendo una serie de movimientos dentro de una caja opaca, y ambos grupos imitan los movimientos. Así mismo, los investigadores repitieron la secuencia de movimientos y demostraron que el movimiento no tenía nada que ver con conseguir el premio, mientras que los chimpancés fueron directos al grano y recibieron la recompensa sin realizar ningún movimiento innecesario.
Sorprendentemente, los niños repitieron todo el ritual, lo que significa menos personas. También hay descripciones de sentirse satisfechos con la enseñanza y el aprendizaje, lo que creemos sugiere que las personas están agregando una dimensión adicional a su experiencia.
Tenemos el privilegio del lenguaje y podemos enseñarle a alguien cómo abrir una nuez, y esa persona puede abrirla, aunque nunca haya visto cómo se hace. Si dejas la receta del chile en nogada en tu cuaderno, alguien lo preparará dentro de 100 años, debido a que el lenguaje nos permite empaquetar conocimientos con tanta densidad y eficiencia.
Necesitamos un lugar y un momento especial para la educación. La escuela. Como probablemente ya sabrás, la escuela no es el único lugar donde aprendemos, ni tampoco es un lugar donde aprendemos formalmente, con un programa de estudio claro y objetivo. Es un sistema de evaluación, pero también se aprende de forma informal.
Una de las formas más efectivas de aprender es jugar. Todos los mamíferos hacen esto a través del juego. Conocemos nuestro entorno y nuestro cuerpo, desarrollamos el pensamiento, la lógica, incluso la aritmética y el lenguaje, además de adquirir habilidades físicas y sociales y formar una identidad, y eso hace muy feliz a la gente.
También tenemos el privilegio de tener una larga infancia. Durante al menos los primeros 12 años de nuestras vidas, somos más vulnerables que otros animales, lo que nos permite concentrarnos en jugar y aprender.