Hay que saber perdonar
Como seres humanos imperfectos es normal ofender y que nos ofendan. Por eso el perdonar y sentir que nos perdonan es algo esencial en la vida diaria. Cuando de verdad perdonamos a la persona nos esforzamos por ver lo mejor de esa persona y no le estamos recordando sus errores del pasado.
Pero hay que ser realistas, en ocasiones perdonar no resulta nada fácil, nos llenamos de dolor, orgullo y mucho rencor. Pero ¿y si en realidad en el fondo de nuestro corazón deseamos hacer las paces? Lo mejor sería hablar con esa persona con profundo respeto y sin terceros para evitar incomodidades. Que nuestra meta sea buscar esa paz con aquella persona y no querer tener la razón por quien se equivocó.
Cultive la humildad y el respeto
En esta sociedad en la que vivimos actualmente no hay humildad ni respeto y eso incluso lo celebran porque creen que los hace menos débiles y más poderosos a los ojos de las otras personas. Pero esto no es así, cuando nos esforzamos por cultivar humildad y respeto a las otras personas les costará menos acercarse y confiar en nosotros. No miremos a las personas como si fuéramos superiores a ellos, esto solo crea división y discusiones innecesarias.
Evite el favoritismo
A veces solemos demostrar cierto grado de favoritismo con ciertas personas. Creemos que son mejores porque hablan, visten y viven a nuestro mismo nivel. Tener estas actitudes hará que nos volvamos orgullosos hasta el punto de creer que nadie merece que lo perdonemos o que esa persona no tiene nada bueno por ofrecer.
Controlemos nuestra ira
Cuando controlamos la rabia a las personas se les hace más fácil pedirnos perdón o corregirnos en algo porque se sienten confiados de que no nos vamos a ofender fácilmente. Cuando, por el contrario, ofendemos a alguien, responderle de manera pacífica va a contribuir a mantener la calma.
Cultive la generosidad y la gratitud
En este mundo egoísta las personas solo se preocupan por ellas y su bienestar, pero cuando demostramos amor a las personas vamos a mantener paz y tranquilidad. Cuando demostramos gratitud, vamos a recibir lo mismo, o quizá en algunas ocasiones no, pero no debemos de centrarnos en lo malo que nos sucede siempre o en lo mal que nos pagan, lo mejor es mantener una buena actitud por más difícil que parezca, pero siempre será lo mejor. Eso nos protegerá a nosotros mismos.