Todos los seres humanos hemos sentido en algún momento algún malestar o incomodidad por el calor, ya sea cuando realizamos actividad física o laboral, y hemos sufrido afectaciones en nuestra salud y en nuestro rendimiento, producto de las altas temperaturas, es decir enfermedades por el calor.
Cuando el calor ambiental sumado al calor interno generado por nuestros movimientos musculares sobrepasa la capacidad de nuestro cuerpo para “deshacerse” del calor, nuestro cuerpo entra en estrés térmico, lo cual puede resultar en un problema médico.
Son espasmos musculares muy dolorosos, producto del ejercicio excesivo. Estos son ocasionados por un desequilibrio en líquidos y electrolitos del cuerpo, consecuencia del sudor producido por el ejercicio extenuante, especialmente en un entorno cálido. Este problema se trata con: aclimatación, líquidos y sales, con descanso y reemplazo de líquidos, el cuerpo ajusta sus electrolitos y los calambres desaparecen.
Denominado también postración o colapso por calor, se caracteriza por pulso rápido y débil, dolor de cabeza, debilidad, aturdimiento y presión baja. La temperatura corporal no se eleva de forma peligrosa pero se debe buscar un entorno más fresco y usar esponjas con agua y salpicarse para refrescarse. La frecuencia cardiaca puede ser normal o producirse taquicardia. Un agotamiento por calor puede evolucionar hacia un golpe de calor, de no tratarse en forma adecuada.
Sus síntomas son piel de gallina, escalofríos, dolor de cabeza, debilidad, náuseas, vómitos, irregularidad en la marcha, pérdida de consciencia. Para solucionar este problema médico, se recomienda usar esponjas con agua fría o hielo, ducharse, abanicar y rociar con líquidos,
Caracterizado por confusión mental, convulsiones, aumento de la temperatura del cuerpo y pérdida de la consciencia. De no tratarse rápidamente puede ocurrir un desenlace fatal. La persona debe ser trasladada a un entorno con aire acondicionado y se debe bajar la temperatura usando duchas frías o baños con hielo, abanicos y suministro intravenoso de líquido frío. El golpe de calor constituye un peligro potencialmente normal, caracterizado por una temperatura mayor de 40 grados centígrados y alteración mental. Cuando una persona es víctima de esta enfermedad puede sudar o no. El enfriamiento debe realizarse inmediatamente pero no puede realizarse demasiado rápido.