En Colombia, el 42% de las personas trabajadoras ha experimentado algún nivel de agotamiento emocional, según datos recientes del Ministerio de Salud. Esta cifra refleja la necesidad urgente de encontrar estrategias que protejan la salud mental en el entorno laboral y eviten el síndrome de burnout, un problema que no solo afecta la productividad, sino también el bienestar y la calidad de vida.
El agotamiento laboral no se limita al cansancio físico; también incluye manifestaciones como la irritabilidad, la desmotivación y la sensación de no tener control sobre las tareas diarias. Reconocer estos síntomas de forma temprana es esencial para evitar complicaciones mayores. La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que el síndrome de burnout se relaciona con entornos laborales exigentes donde no hay pausas ni espacios para el autocuidado.
Una de las formas más prácticas de prevenir el agotamiento es incorporar pausas activas durante la jornada. Muchas empresas en Colombia han implementado rutinas breves de estiramientos, caminatas o ejercicios de respiración para liberar la tensión y recargar energía. Estas prácticas, aunque simples, ayudan a mejorar la concentración y a reducir la sensación de saturación que tanto afecta la salud mental. Además, planificar las actividades diarias de manera realista y evitar sobrecargar la agenda permite que las personas trabajadoras tengan mayor claridad y equilibrio en sus tareas.
Otra estrategia fundamental es fortalecer las redes de apoyo. Contar con espacios donde se puedan compartir preocupaciones o desafíos con colegas, amigos o familiares hace una gran diferencia en la forma en que se gestionan las emociones. En Colombia, muchas empresas están creando espacios de escucha y diálogo abierto para fortalecer el trabajo en equipo y la empatía. Estos espacios fomentan la colaboración y ayudan a que las personas se sientan respaldadas, lo que disminuye significativamente el impacto del estrés.
Coomeva dispone de programas de bienestar laboral y cuidado integral de la salud que incluyen talleres, asesorías y acompañamiento para fortalecer la salud mental. Estas iniciativas están diseñadas para mejorar la calidad de vida de las personas trabajadoras y sus familias, fomentando entornos laborales más saludables y resilientes que permiten a las personas desempeñarse con confianza y seguridad.
Cuidar la salud mental en el trabajo no es un lujo, sino una necesidad para vivir de manera plena
y productiva. Con pequeños cambios en las rutinas diarias y una red de apoyo sólida, es posible
enfrentar los desafíos laborales con equilibrio y optimismo. ¡Construir entornos laborales más
saludables está al alcance de todas y todos, y cada paso cuenta para lograrlo!
Referencias bibliográficas: