El historial crediticio es el registro de todas las actividades y operaciones que has realizado hasta el momento, relacionadas con créditos y deudas. Se calcula teniendo en cuenta una serie de factores como tu puntualidad en los pagos, la estabilidad de tus ingresos y la tasa o capacidad de endeudamiento.
Este índice ofrece información de valor a los bancos y entidades financieras que lo utilizan para decidir si brindar nuevos instrumentos de financiación a un usuario. En otras palabras, se basan en su conducta financiera pasada para evaluar el riesgo de concederle un nuevo préstamo.
¿Eres emprendedor? Probablemente necesites financiación para darle impulso a tu negocio. En este sentido, tus posibilidades de acceso al crédito se relacionan con tu historial crediticio. ¿Cuáles son las ventajas de que juegue a tu favor?:
Si cuentas con el capital suficiente, puedes expandir tu emprendimiento y ganarte un lugar en el mercado. Por ejemplo:
● Comprar insumos y maquinaria.
● Contratar personal para producir más.
● Ofrecer nuevos canales de venta.
Muchas veces, el capital de un negocio se conforma con los aportes de inversionistas y accionistas. Pero si no los has conseguido, o los fondos disponibles no resultan suficientes, puedes optar por la financiación bancaria. Y en este caso, contar con un buen historial crediticio te permitirá acceder a un crédito bajo condiciones más convenientes.
La tasa de interés es uno de los componentes que más influyen sobre cualquier deuda. Mientras más baja sea, menos costoso resultará tu préstamo. Si el banco comprueba que has tenido un buen comportamiento financiero, podría ofrecerte un crédito con menores intereses.
En general, el plazo de pago de un préstamo va desde los 6 o 12 meses a varios años. De acuerdo con tu historial crediticio, puedes solicitar una extensión de ese tiempo. Por supuesto, extender la duración de un crédito implica pagar una mayor cantidad de cuotas. Es decir, irás pagando un monto mensual más bajo, pero por más tiempo.
Siempre es buen momento para revisar este aspecto de las finanzas de tu negocio. Ten en cuenta estos tips para disfrutar de una mejor vida crediticia:
Debes consultar con frecuencia tu puntaje de crédito, para saber si debes mejorarlo. Ahora, gracias a las fintechs, puedes realizar este trámite con tu celular. Es el primer paso para estudiar tu situación financiera y tus posibilidades de acceso a nuevos préstamos.
Si en este momento tu negocio tiene compromisos pendientes, intenta buscar estrategias para saldarlos lo antes posible. Por ejemplo, a través del factoring. Consiste en ceder tus facturas por cobrar a otra empresa que lo haga por ti, a cambio de un adelanto en efectivo. Es un buen recurso para obtener liquidez inmediata.
Un gasto inesperado y a las carreras, es lo peor que le puede pasar a tu negocio. Las compras sobre la marcha casi siempre se hacen bajo condiciones menos favorables en cuestión de precios, calidad y financiación.
En cambio, si planificas las compras de tu negocio, puedes tomarte el tiempo para analizar la opción más conveniente. Por ejemplo, encontrar una oferta de tus proveedores, pagar a cuotas sin interés u obtener descuentos por la compra anticipada.
Instrumentos como las tarjetas de crédito, los pagarés y los créditos de consumo, le dan el apalancamiento financiero necesario a tu negocio. Sin embargo, no debes olvidar que con ellos asumes una obligación. Y si te retrasas en los pagos, puedes sufrir los efectos del interés compuesto. Tus deudas podrían crecer como una bola de nieve.
Por eso, es fundamental que organices muy bien tus pagos. Una forma de hacerlo es creando un calendario de pagos que incluya las fechas de vencimiento de cada mes.
El historial crediticio, si lo tienes en cuenta y te ocupas de mantenerlo a tu favor, puede ayudarte a apalancar tu negocio. Revísalo con frecuencia y aplica estas estrategias para mejorar tu puntaje. Así obtendrás la financiación más conveniente para tu emprendimiento.