Las cooperativas son mucho más que estructuras empresariales; son comunidades de personas que trabajan juntas para alcanzar objetivos comunes. Su impacto social y comunitario es significativo y abarca diversos aspectos que benefician tanto a sus miembros como a la sociedad en general.
Las cooperativas están profundamente arraigadas en sus comunidades locales. Esto les permite entender mejor las necesidades y desafíos específicos de la zona, y actuar en consecuencia. Las cooperativas invierten en proyectos que promueven el desarrollo sostenible, contribuyendo a la mejora de la infraestructura local, la creación de empleos y la reducción de la pobreza.
Según la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), "las cooperativas trabajan para el desarrollo sostenible de sus comunidades a través de políticas aprobadas por sus miembros".
Las cooperativas fomentan la inclusión social y la equidad, asegurando que todos los miembros tengan las mismas oportunidades y beneficios. Este enfoque contribuye a reducir las desigualdades económicas y sociales, proporcionando una plataforma donde todos pueden prosperar. La ACI destaca que "las cooperativas son organizaciones democráticas controladas por sus miembros, quienes participan activamente en la toma de decisiones y en la formulación de políticas".
La educación y capacitación son pilares fundamentales en las cooperativas. Invierten en el desarrollo de habilidades y conocimientos de sus miembros, empleados y directivos, promoviendo un entorno de aprendizaje continuo. Esto no solo mejora el desempeño dentro de la cooperativa, sino que también empodera a los individuos para contribuir positivamente en sus comunidades.
La ACI sostiene que "las cooperativas proporcionan educación y formación a sus miembros, representantes electos, gerentes y empleados para que puedan contribuir efectivamente al desarrollo de sus cooperativas".
Las cooperativas adoptan prácticas empresariales responsables y sostenibles que protegen el medio ambiente y promueven el bienestar social. Esto incluye desde la adopción de tecnologías limpias hasta la implementación de programas comunitarios que abordan problemas sociales críticos.
Las políticas cooperativas de desarrollo sostenible son un reflejo del compromiso de estas organizaciones con la comunidad y el medio ambiente, buscando siempre un equilibrio entre el crecimiento económico y la responsabilidad social.
La Cooperativa Coomeva, fundada en 1964, es un claro ejemplo de una cooperativa que ha logrado un impacto positivo significativo en sus comunidades. Ofrece una variedad de servicios que incluyen salud, educación, seguros y servicios financieros, todos diseñados para mejorar la calidad de vida de sus asociados y sus familias.
Coomeva trabaja incansablemente para fomentar el desarrollo sostenible y la equidad social, demostrando que las cooperativas pueden ser una fuerza poderosa para el cambio positivo. Al unirte a Coomeva, no solo accedes a sus beneficios directos, sino que también te conviertes en parte de un movimiento que trabaja por un futuro mejor para todos.
Bibliografía
Alianza Cooperativa Internacional. (n.d.). Principios cooperativos. Recuperado de https://www.ica.coop/es