La inclusión financiera es mucho más que abrir una cuenta bancaria. Se trata de garantizar que todas las personas, sin importar su nivel de ingresos o su lugar de residencia, tengan acceso a servicios que les permitan mejorar su calidad de vida. En este panorama, las cooperativas han demostrado ser un puente eficaz entre la población y el sistema financiero.
Mientras que la banca tradicional suele concentrarse en zonas urbanas y en clientes con mayor poder adquisitivo, las cooperativas llegan a comunidades donde antes no existían alternativas. A través de ellas, personas que nunca habían tenido acceso a productos financieros pueden ahorrar, solicitar créditos o participar en programas de educación financiera.
El valor de las cooperativas está en su capacidad de adaptarse a las necesidades reales de sus asociados. Algunos de los aportes más relevantes son:
• Créditos accesibles: con tasas más favorables y requisitos menos restrictivos.
• Cultura del ahorro: incentivan la creación de fondos colectivos y personales.
• Apoyo solidario: promueven la ayuda mutua en momentos difíciles.
• Educación financiera: capacitan a sus miembros para administrar mejor sus
recursos.
Lo que diferencia a las cooperativas de otras instituciones es que su propósito no se limita a generar utilidades. Al ser entidades de carácter solidario, buscan que los beneficios se distribuyan de forma equitativa entre todos los asociados. En lugar de verlos como simples clientes, los integran como copropietarios, lo que fomenta un sentido de pertenencia y compromiso.
Las cooperativas no solo mejoran la situación financiera individual, también impulsan el desarrollo comunitario. Al facilitar créditos para proyectos productivos, apoyar a pequeños emprendedores y promover la economía solidaria, contribuyen a fortalecer el tejido social y económico en su entorno.
Aunque se han dado grandes avances, todavía existen desafíos. Ampliar la cobertura tecnológica, garantizar una mayor educación financiera y fortalecer la confianza en este modelo son tareas pendientes que marcarán el rumbo de la inclusión en los próximos años.
La verdadera fortaleza de las cooperativas está en su capacidad de transformar la vida
de quienes han permanecido al margen del sistema financiero. No solo abren puertas a
nuevos servicios, sino que también construyen un futuro más justo y participativo.
A través de su enfoque solidario y humano, Coomeva reafirma su compromiso con la inclusión, creando oportunidades para que cada persona encuentre en el sistema
cooperativo un aliado real para alcanzar sus metas y crecer junto a su comunidad.
Referencias
• Alianza Cooperativa Internacional (2022). El papel de las cooperativas en la inclusión financiera.
• Superintendencia de la Economía Solidaria (2023). Informe sobre inclusión y
cooperativismo en Colombia.