En primer lugar ¿Qué es la economía del cuidado? La economía del cuidado se refiere a todas aquellas actividades relacionadas con el cuidado de las personas, desde la atención a los niños y niñas, hasta la atención a los enfermos y ancianos, así como el trabajo doméstico y la gestión del hogar. Este tipo de trabajo es vital para el bienestar de nuestra sociedad y la economía individual y global, sin embargo, se trata de un trabajo poco valorado y reconocido.
A nivel económico, el trabajo de cuidado no remunerado representa una gran contribución al PIB mundial. Según el Banco Mundial, el trabajo de cuidado no remunerado representa el 2,9% del PIB mundial.
En Colombia, según datos del DANE, en promedio, las mujeres dedican 30 horas a la semana a tareas domésticas y de cuidado no remunerado, mientras que los hombres dedican en promedio 11 horas a la semana y esto varía según la zona del país.
Esta brecha entre hombres y mujeres en cuanto a la dedicación de tiempo a tareas de cuidado no remunerado es un reflejo de las desigualdades de género existentes en nuestra sociedad. A menudo, las mujeres tienen que asumir una doble jornada laboral, ya que además de trabajar fuera del hogar, también tienen que encargarse del trabajo de cuidado en el hogar.
Es importante destacar que esta brecha de género no solo se refleja en el tiempo dedicado a las tareas de cuidado no remunerado, sino también en la falta de reconocimiento y valoración de este tipo de trabajo. Muchas veces, se considera que el trabajo de cuidado no remunerado es una “responsabilidad natural” de las mujeres, lo cual perpetúa la desigualdad de género en nuestra sociedad.
Existen muchas consecuencias relacionadas con la desigualdad en las labores del hogar, entre las cuales tenemos:
Para las mujeres:
Para los hombres:
Es necesario que comencemos a valorar el trabajo de cuidado no remunerado y a reconocer la importancia que tiene para todas las personas y en general para la economía.
Debemos trabajar para reducir la brecha de género en cuanto a la dedicación de tiempo a las tareas de cuidado no remunerado y fomentar la corresponsabilidad en el hogar, porque precisamente todos habitamos el mismo espacio y debemos aportar a su sostenimiento.
Te invito a reflexionar sobre la importancia del trabajo de cuidado no remunerado en tu vida cotidiana y en la sociedad en general. Hagamos un esfuerzo para valorar y reconocer el trabajo de cuidado no remunerado, y trabajar juntos para lograr una sociedad más equitativa y justa.