En la actualidad, la equidad de género no solo es un tema vinculado a la justicia social, es mucho más que una simple cuestión de igualdad entre hombres y mujeres. Podría decirse que es la base para la construcción de una sociedad justa y sostenible.
La equidad entre hombres y mujeres es un derecho fundamental de cada individuo y es a su vez el punto de partida para un mundo pacífico y próspero en el que cada ser pueda desarrollar sus plenas capacidades. La población total mundial fue estimada en 8.200 millones de personas, en números redondos. De esa cifra, el 50.3% corresponde a personas del sexo masculino y el restante 50.7% a personas del sexo femenino, según información suministrada por el Banco Mundial.
Las organizaciones, como agentes sociales, no son ajenas a las cuestiones de género. Promover políticas de equidad de género en el ámbito laboral puede variar la dinámica de una empresa y generar consecuencias positivas tanto en el ambiente de trabajo como en los resultados financieros. No solo se trata de tener el mismo número de hombres y mujeres en la compañía, es contar con representación en todos los niveles jerárquicos, desde el personal operativo y de producción hasta la junta directiva y área gerencial. Esto también significa eliminar las diferencias salariales, ya que a través de la Ley 54 de 1962, se adoptan los convenios internacionales del trabajo, específicamente el convenio No. 100, que habla sobre la igualdad de remuneración entre mano de obra masculina y femenina.
La política de equidad de género del grupo empresarial Coomeva implementada desde 2013 en la organización, ha permitido que tanto hombres como mujeres cuenten con las mismas oportunidades y trato dentro de la empresa. Esta política ha sido un ejemplo de cómo una compañía puede promover la inclusión y la igualdad en todos los niveles.
Aunque la política contempla el empoderamiento de la mujer como un objetivo, también tiene en consideración el rol masculino en la crianza, educación y cuidado de la familia; es por esto que la política busca cambiar la idea generalizada y estereotipada de que es la mujer la única responsable del cuidado de los hijos y proporciona herramientas que apoyan a los padres trabajadores, como tiempo flexible y permisos en el portal “conectados” para que lleven a sus hijos al médico, los acompañe en sus actividades y eventos escolares o pasen más tiempo con ellos en casa.
En conclusión, la política de equidad de género se ha convertido en un pilar fundamental de la cultura organizacional del GECC, permitiendo a cada uno de los integrantes de la misma, sin importar su género, la oportunidad de crecer en la organización y desarrollar en plenitud sus capacidades, trabajando en la consecución de sus objetivos y los de la empresa; además de proporcionar a los empleados, sin sesgo alguno, beneficios extralegales como tiempo libre y horarios flexibles que les permita tener un equilibrio de vida personal y profesional, contribuyendo con una mejora continua en la calidad de vida.
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