Los sueños son formas mentales que se manifiestan durante el sueño. En términos psicológicos, los sueños son una experiencia humana universal que pueden describirse como un estado de conciencia caracterizado por acontecimientos sensoriales, cognitivos y sensoriales, por eso es importante estar atentos a los trastornos del sueño. Algunos psicoanalistas como Freud, piensan que los sueños están relacionados con el comportamiento de la persona. Freud sostiene que los sueños son producidos por la parte inconsciente de la psiquis, en donde se expresan los deseos y emociones que están conectados con recuerdos pasados y presentes que se presentan inesperadamente durante el sueño. Éste, sin embargo, puede afectarse debido al comportamiento de la persona y el entorno en que se encuentre.
Aunque los sueños son hermosos y proporcionan una felicidad enorme, puede haber varias alteraciones de dichos sueños debido a problemas psicológicos tales como la agresividad. Estudios indican que tal agresividad puede ser una de las causas de la narcolepsia. Ésta se manifiesta por crisis irresistibles de sueño, que aparecen en forma súbita, de cinco a 30 minutos de duración, a los que se impone una somnolencia diurna excesiva. En ocasiones, se manifiesta en momentos inapropiados y obliga a interrumpir cualquier actividad que se encuentre la persona. Otros estudios indican que la narcolepsia se debe al entorno en que se encuentre la persona. Si dicho entorno es aburrido o monótono, el sujeto trata de salir de ese aburrimiento usando el sueño para salir de esa situación.
Pero no solamente los trastornos del sueño están relacionados con aspectos psicológicos o del entorno, si no con alteraciones de las funciones motoras del cuerpo humano. Es el caso de la apnea del sueño que consiste en la interrupción de la respiración, la cual se detiene por diez segundos o más mientras se duerme. Esto puede causar la disminución de la planificación de las actividades del afectado. El paciente siente cansancio al ser su sueño interrumpido, cosa que puede desencadenar en conductas agresivas o de desesperación.
Tampoco podemos olvidar el insomnio. Es el trastorno del sueño más común. Sucede cuando la persona no puede quedarse dormida y mantenerse despierto. Puede ocurrir dos situaciones: La primera, en que el paciente no puede evadir la necesidad de dormir, sintiendo somnolencia y la inhabilidad de controlarla, provocando que se quede dormido. La segunda situación es que la persona tenga dificultad en conciliar el sueño por alguna preocupación o expectativa.
En tales casos, la persona no puede disfrutar del descanso nocturno porque no logre dormir, o porque duerma durante el día.
Otro trastorno que impide que el paciente disfrute del descanso nocturno es el sonambulismo. El afectado se levanta dormido durante la noche, camina al de la habitación, o se pone a realizar cualquier actividad que suela hacer sin que se dé cuenta de ello. Sus familiares, mientras tanto, tienen que estar pendiente de su ser querido porque puede lastimarse sin darse cuenta. En estos casos, lo mejor es no despertar al paciente porque puede adoptar conductas agresivas al no saber lo que ha sucedido.
El síndrome de las piernas inquietas es otro trastorno del sueño. Una sensación de hormigueo o punzadas en las piernas junto a una fuerte necesidad de moverlas. Es algo que no se puede controlar fácilmente porque no se sabe cuándo se van a mover las piernas. Las personas que duermen con la persona no tienen una noche plácida, porque siempre el paciente se está moviendo.
Así mismo, si la persona padece de hipersomnia, los que están a su alrededor lo verán con la dificultad de mantenerse despierto durante el día, teniendo el riesgo de también sufrir de narcolepsia por la excesiva somnolencia que produce durante el día. Las actividades del afectado se ven truncadas porque la sensación de sueño siempre lo está acompañando, impidiéndole hacer sus labores con tranquilidad.
Como podemos ver, nadie está exento de sufrir algún trastorno del sueño, tal como es la parasomnia. Es una conducta inusual, en la que la persona habla, camina o come al quedarse dormido o al despertarse.
El paciente puede tener el riesgo de caerse o atorarse porque no puede coordinar bien sus movimientos por el hecho de estar dormido.
Algunas personas que se sienten cansadas durante el día tienen un verdadero trastorno del sueño, pero para otras, el problema es no dedicar suficiente tiempo para dormir. Es importante dormir lo suficiente cada noche. La cantidad de sueño que usted necesite depende de varios factores, incluyendo su edad, estilo de vida, estado de salud y si ha dormido lo suficiente últimamente. La mayoría de los adultos necesitas entre siete y ocho horas cada noche. Pero si usted tiene algún trastorno del sueño, su médico le podrá indicar alguno de los siguientes tratamientos: