Ollantaytambo, situado en el Valle Sagrado de los Incas, es mucho más que un destino turístico. Su historia, su nombre y su energía mística lo convierten en un lugar único donde se entrelazan la tradición, la espiritualidad y la naturaleza. Este pueblo, conocido como la "Ciudad Inca Viviente", mantiene viva la esencia de sus antepasados, ofreciendo a los viajeros una conexión profunda con el pasado.
El nombre de este lugar tiene raíces mitológicas. "Ollantay" hace referencia a una antigua obra de teatro quechua que cuenta la historia de amor prohibido entre el general inca Ollanta y la princesa Cusi Coyllur, hija del emperador Pachacútec. Esta leyenda refleja el vínculo entre la historia y la mitología en la cultura inca. Por otro lado, "tambo" era un término que los incas usaban para describir los centros de descanso y almacenamiento destinados a viajeros. De esta forma, el nombre Ollantaytambo combina amor, misticismo y hospitalidad.
Aunque a menudo se le llama "fortaleza", Ollantaytambo era en realidad un tambo, es decir, un espacio de descanso para las comitivas que recorrían largas distancias. Sin embargo, su función no se limitaba al hospedaje; también era un importante centro militar y agrícola. Las terrazas escalonadas, diseñadas para cultivar en condiciones extremas, siguen intactas, testimoniando la grandeza del ingenio inca. Además, fue escenario de momentos históricos clave, como la batalla en la que Manco Inca resistió a las fuerzas españolas.
Viajar a Ollantaytambo es mucho más que una excursión arqueológica. Su atmósfera mística, reforzada por su arquitectura, sus templos y sus rituales antiguos, invita a los visitantes a reconectar con lo espiritual. Caminar por sus estrechas calles empedradas es como retroceder en el tiempo, y desde sus puntos más altos se disfruta de impresionantes vistas del río Urubamba y del Valle Sagrado.
Entre los lugares más destacados se encuentran: La Fortaleza de Ollantaytambo, con terrazas y templos ceremoniales. El Templo del Sol, donde se rendía culto al astro rey. Los Baños de la Ñusta, fuentes que la nobleza usaba en rituales de purificación. La Montaña Pinkuylluna, con almacenes incas y senderos que ofrecen vistas espectaculares.
Entre los lugares más destacados se encuentran:
Ollantaytambo no es solo una parada obligada hacia Machu Picchu, sino un destino en sí mismo. Ya sea para aprender sobre la historia inca, disfrutar de la majestuosidad del paisaje o experimentar un momento de reflexión espiritual, este pueblo tiene algo único que ofrecer. Aquí, cada rincón cuenta una historia y cada piedra guarda un secreto ancestral.
Sumergirse en la magia de Ollantaytambo es conectar con la energía de una civilización que aún hoy sigue viva en el corazón del Perú.
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Fuente: muniollantaytambo.gob.pe; Wikipedia.