Es importante promover dentro de la crianza y la vida familiar practicas de autocuidado desde la infancia, por tanto, educar que los deberes con nuestra higiene personal (como es cepillarse, bañarse, cambiarse de ropa, tender nuestra cama y organizar nuestro cuarto), hace parte de ese cuidado con nosotros mismos, puede convertirse en una herramienta esencial para que en etapas siguientes como la adolescencia, donde se confronta todo lo que los padres han enseñado a lo largo de la vida, no sea un tema tan complejo de cumplir para los jóvenes.
De esta manera si desde muy niños se establecen rutinas diarias donde se incluyan los deberes, intereses o motivaciones, ello permitirá la interiorización de los mismos, comprender la relación que tiene el autocuidado con hábitos de higiene personal y hábitos de conducta adecuados, facilitara de alguna manera mayor responsabilidad consigo mismos y su entorno.
El autocuidado es un tema de moda actualmente, es más común escucharlo en adultos que de alguna manera ya han comprendido la importancia de tener unos hábitos saludables, en relación a la alimentación o realización de la actividad física, en el caso de los niños dicho tema debe partir de la importancia de cuidar de sí mismos para tener una adecuada salud y garantía de su integridad, el poder que los niños interioricen que el cuidar de sus cuerpos hace parte de su amor propio, es un tema que va a prevenir a futuro situaciones de riesgo en contra de sí mismos o el desarrollo de enfermedades que afectan su bienestar