Recordemos que el COVID-19 es conocido como la enfermedad del coronavirus en el año 2019 caracterizado como una pandemia, es conocido por causar enfermedades en humanos, tales como el SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo) y el MERS (Síndrome Respiratorio de Oriente Medio). El COVID-19 provoca síntomas respiratorios que incluyen fiebre, tos, dificultad respiratoria y, en ocasiones, neumonía. No obstante, la enfermedad presenta una gama de grados de severidad, abarcando desde episodios leves hasta cuadros más severos que pueden demandar internación hospitalaria.
El COVID-19 se contagia mayormente por las gotas expulsadas por una persona infectada al toser, estornudar, hablar o respirar. Asimismo, se puede transmitir al entrar en contacto con superficies u objetos que estén contaminados con el virus, y posteriormente tocarse la boca, nariz o los ojos.
La pandemia de COVID-19 fue oficialmente declarada en marzo de 2020 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y ha generado un impacto sustancial en la salud mundial, la economía y la vida diaria de las personas en todo el planeta. Con el fin de frenar la expansión del virus, se han puesto en marcha diversas acciones de salud pública: el mantenimiento de la distancia social, la utilización de mascarillas, el lavado constante de manos y la realización de una vacunación a gran escala.
Ahora bien, a nivel global, de acuerdo a datos reportados por la OMS, se registraron aproximadamente 2.8 millones de nuevos casos y 17,000 fallecimientos en los últimos 28 días (del 3 al 30 de abril de 2023). Esto representa una disminución del 17% y el 30% respectivamente, en comparación con los 28 días previos (del 6 de marzo al 2 de abril de 2023). Se pueden observar notables disparidades regionales en relación al incremento de casos y muertes. En particular, se ha evidenciado un notable aumento en el Sureste de Asia, el Mediterráneo Oriental y el Pacífico Occidental, mientras que el resto de las regiones ha experimentado una disminución en estos indicadores. Hasta el 30 de abril de 2023, los casos confirmados de COVID-19 en todo el mundo superaron los 765 millones, con un trágico número de más de 6,9 millones de muertes registradas.
La decisión de la Organización Mundial de la Salud ha sido recibir la recomendación del Comité de Emergencia para poner fin a la emergencia de salud pública internacional a causa de la COVID-19. No obstante, el líder principal encargado de proteger la salud pública a nivel global hizo hincapié en que "esto no implica que el COVID-19 ya no sea una amenaza para la salud mundial". La enfermedad de COVID-19 continúa siendo una prioridad en el ámbito de la salud a nivel mundial.
