Planificar un viaje implica, necesariamente, planear el presupuesto que se usará durante el mismo.
Uno de los principales limitantes que se plantean las personas al momento de idear una aventura turística es el económico, pero debemos tener claro que no siempre necesitaremos grandes sumas de dinero para realizar ese viaje soñado.
Basta un poco de pericia y estrategia para reducir sustancialmente los gastos en este entorno. Aquí te comparto algunas acciones que puedes tener en cuenta para hacer un viaje con presupuesto reducido:
El primer paso que deberíamos tener en cuenta es la planificación del gasto, respondiendo a dos preguntas sencillas: ¿Cuándo quiero hacer el viaje? ¿Cuánto dinero estoy en capacidad de ahorrar para darme ese ‘gustico’?
A partir de esto, podremos definir cuánto dinero de nuestros ingresos mensuales destinamos a nuestro ahorro programado para este fin. Los viajes se clasifican como un gasto que genera un retorno más ‘emocional’ que económico, por lo que es muy importante que lo financiemos con un recurso disponible, y no con préstamos bancarios o transacciones con tarjeta de crédito divididas en muchas cuotas.
¿Ahorrar tiempo o ahorrar dinero? ¿Comodidad o menor gasto? Responder a estas preguntas nos permitirá dar el primer paso hacia la elección del medio de transporte a elegir. En muchos casos, viajar en bus sale mucho más económico que hacerlo en avión o en un vehículo particular. Respecto a este último, puede ser favorable si vamos en un grupo, con el cupo completo, ya que así podremos dividir los gastos de combustible y peajes entre todos.
Debemos ser conscientes de que no siempre necesitamos comer en los restaurantes más exclusivos, ni probar las comidas más exóticas. Algunas maneras de ahorrar en este punto:
Cuando viajamos en grupo, nos puede salir mucho más favorable alquilar un apartamento en plataformas como Airbnb que pagar habitaciones en un hotel. La clave, nuevamente, es el “busque y rebusque”. Revisar varias opciones de hospedaje en diferentes plataformas antes de tomar la decisión, así como tener claras las condiciones de servicio y los costos asociados.
Compras que podríamos considerar ‘pequeñas’, como una botella de agua, un helado o una artesanía, podrían llegar a representar una suma representativa de gastos totales si no controlamos este punto. Basta con llevar nuestro termo de agua desde casa y algunos snacks en nuestra mochila para reducir este tipo de gastos. No significa que no podamos darnos ningún ‘gustico’, pero sí que seamos conscientes de las compras que estamos haciendo a cada momento.
Parecería obvio, pero algunas veces olvidamos disfrutar de lugares increíbles en nuestros viajes por buscar los planes más populares o más extremos. Viajar implica abrir la mente, apreciar el entorno y disfrutar de lo esencial. Hoy, gracias a internet, basta con escribir el nombre de un destino turístico en el buscador para encontrar cientos de recomendaciones que nos ayudarán a escoger mejor entre la gran diversidad de planes que podemos realizar.
Otra manera de optimizar tu presupuesto es conocer todas las opciones a las que tienes acceso por ser parte de la familia Coomeva. En caso de que aún no seas asociado te invitamos a registrarte aquí para que puedas disfrutar de este y muchos otros beneficios.