Frente a las enfermedades respiratorias, se han presentado importantes avances en los tratamientos y métodos de control. Ejemplo de ello es la CPAP (por sus siglas en inglés), es decir, el tratamiento de Presión Positiva Continúa para vías Respiratorias.
La presión positiva continua en las vías respiratorias se ha convertido en el tratamiento más eficaz para trastornos respiratorios asociados con el sueño, como la apnea obstructiva del sueño y otros problemas respiratorios (MedlinePlus, 2022).
El funcionamiento de la CPAP se da a partir de una pequeña máquina. Esta tiene como objetivo suministrar flujo continuo de aire a las vías áreas mientras la persona duerme. De esta manera, el cuerpo obtendrá el oxígeno que necesita.
Así disminuye el riesgo de desarrollar otras condiciones médicas graves, como la enfermedad cardiaca, hipertensión arterial, accidente cerebrovascular y diabetes.
Igualmente, mejora la calidad de vida de la persona tratada. Pues facilita un sueño reparador, el aumento de energía, mejoría del estado de ánimo y de la concentración (Intermountain Healthcare, s.f.).
La tecnología relacionada con los dispositivos de este tratamiento ha presentado importantes avances altamente relacionados, incluso, con la biotecnología. Estos han propiciado mejores herramientas para realizar seguimiento a las condiciones de sueño del paciente. Además, facilitan la correcta instalación del dispositivo, el registro de datos y la formación de los pacientes en el manejo del tratamiento. Frente a esto, recalcamos y describimos los siguientes tratamientos.
En los últimos años, la oxigenoterapia se ha convertido en una gran alternativa para reducir el impacto de consecuencias negativas en pacientes con enfermedades respiratorias agudas.
A través de la terapia de alto flujo nasal, se administran flujos de gas medicinal. Estos reducen la resistencia anatómica de la vía superior (Carratalá, 2020). Así se optimiza la terapia y se alcanza una mayor tolerancia por parte del paciente.
La inclusión de sensores es muy relevante para el seguimiento clínico de los pacientes (Malgarejo, 2017). Ya que permite saber cómo está durmiendo, si lleva el tiempo suficiente con el tratamiento CPAP y si lo usa adecuadamente. Además, los datos registrados permiten que el neumólogo haga modificaciones sobre la terapia.
Estos son imprescindibles para las terapias respiratorias. Muchos equipos de ventilación cuentan con sofisticados softwares que registran todo tipo de datos relacionados. De esta manera, las compañías domiciliarias y personal médico sabrán sobre el avance de la terapia y la curva respiratoria del paciente (Malgarejo, 2017). Esto sin necesidad del desplazamiento al hospital o clínica.
Por esto, vale la pena recalcar que los avances anteriores permiten un mayor entendimiento y análisis de la información del paciente. Esto conlleva la creación de estrategias más eficientes en las terapias respiratorias. Lo cual favorece la consecución de mejores resultados y optimiza la calidad de vida del paciente.
Encuentra esta y otras temáticas de tu interés, únete al grupo de Facebook de profesionales en salud.