Desaprendiendo sesgos de género: hacia una mirada más consciente


40
Compartir en:

Durante años, nunca me detuve a pensar en los sesgos de género. Simplemente vivía mi día a día sin cuestionarme las estructuras invisibles que moldean nuestras interacciones. Como hombre, había crecido en un mundo donde ciertas actitudes y expresiones pasaban desapercibidas, naturalizadas por la costumbre y la repetición social.


DESAPRENDIENDO SESGOS  HACIA UNA MIRADA MÁS CONSCIENTE

El primer paso fue el más difícil,  reconocer que yo también reproducía esos sesgos. Escuchar frases como "ayudo en casa" en lugar de "comparto las responsabilidades del hogar" me hizo comprender que el lenguaje no es neutro. Cada palabra lleva consigo una carga cultural que puede perpetuar desigualdades o, por el contrario, construir puentes hacia la equidad.

Aprender a hablar desde una perspectiva de género implicó desacelerar mis conversaciones. Comencé a prestar atención a cómo interrumpía más frecuentemente a mujeres en reuniones, cómo asumía roles de liderazgo automáticamente, o cómo minimizaba experiencias ajenas con un simple "no es para tanto". Cada uno de estos comportamientos, aparentemente insignificantes, formaba parte de un patrón más grande de invisibilización.


El proceso de entender va más allá de las palabras. Requiere empatía activa, escucha genuina y la voluntad de sentirse incómodo. Significa aceptar que mi experiencia no es universal, que mis privilegios han sido precisamente eso, privilegios no ganados que otros no tienen. Esta toma de conciencia no me hace menos válido como persona, sino más humano y conectado con la realidad de quienes me rodean.

La importancia de este camino trasciende lo personal. Cada hombre que decide cuestionar los sesgos de género contribuye a transformar la sociedad. Cuando dejamos de perpetuar estereotipos, cuando compartimos equitativamente las cargas del cuidado, cuando amplificamos voces históricamente silenciadas, estamos construyendo un futuro más justo para todas las personas.

Este aprendizaje es continuo y nunca lineal. Habrá retrocesos, momentos de frustración y errores inevitables. Lo fundamental es mantener la disposición al cambio, la humildad para reconocer equivocaciones y el compromiso con la equidad.

Hablar, entender y actuar desde una perspectiva consciente de género no es una moda pasajera ni un discurso políticamente correcto. Es una necesidad urgente para construir relaciones más sanas, espacios laborales más justos y una sociedad donde todas las personas puedan desarrollarse plenamente.

Si quieres profundizar en estos temas y continuar aprendiendo sobre equidad de género, perspectivas inclusivas y construcción de comunidades más justas, mantente pendiente de las iniciativas y programas educativos de la Cooperativa Coomeva. Juntos podemos seguir transformando nuestra sociedad y ser mejores seres humanos.

Fuentes:  

Casa Matria, Sesgos de Género

Este espacio es para comentarios acerca del contenido del blog, si requiere hacer alguna solicitud o información de alguna de las empresas del grupo si es Asociado a Coomeva Cooperativa por favor puede hacerlo a través de nuestros canales de contacto.