En un país como Colombia, con un ecosistema emprendedor cada vez más dinámico, pero también cargado de desafíos, los próximos años serán decisivos para quienes quieren lanzar, consolidar o escalar un negocio. Hacia 2026, los emprendedores deben tener claro tanto los obstáculos a sortear como las señales del mercado que representan oportunidades. A continuación, repasamos los más relevantes.

Uno de los grandes frenos para la consolidación de empresas nuevas en Colombia es el financiamiento. Según un análisis especializado, el acceso a capital —sea en forma de crédito, inversionistas ángeles o capital de riesgo— resulta aún difícil para muchos emprendimientos nascentes. Además, la alta proporción de emprendimientos que nacen por necesidad más que por oportunidad —más del 60 % según datos recientes— significa que muchos negocios arrancan sin modelo sólido o sin enfoque de crecimiento escalable. Otro reto importante es la formalización: la informalidad sigue siendo una barrera estructural, tanto en términos de legalidad como de acceso a servicios, redes y mercados formales.
Y por último, la incertidumbre política y regulatoria, así como la competencia en costos y tecnología, demandan que los emprendedores desarrollen flexibilidad, capacidad de adaptación y visión de largo plazo.
• Economía verde y sostenibilidad: Colombia tiene un enorme potencial para posicionarse como líder regional en energías limpias, economía circular y negocios verdes, gracias a su biodiversidad y recursos naturales. Emprendedores que integren prácticas sostenibles o productos verdes pueden encontrar un mercado creciente y diferenciador.
• Digitalización, economía de plataformas y trabajo híbrido: La expansión del comercio electrónico, el crecimiento de la oferta de servicios digitales y la posibilidad de operar desde cualquier región del país abren oportunidades interesantes. Para emprender en 2026, será clave contar con competencias tecnológicas, presencia digital y modelos de negocio que aprovechen lo virtual.
• Innovación sectorial y regionalización del ecosistema emprendedor: Últimos datos muestran que Colombia ya suma más de 2.000 startups activas, con crecimiento en ciudades como Cali, Medellín y Bucaramanga, lo que implica que no todo estará concentrado en Bogotá. Esto abre oportunidades para negocios ubicados fuera de los tradicionales centros urbanos.
• Consumo resiliente y cambio en hábitos de los clientes: De acuerdo con proyecciones sectoriales, el consumo de los hogares seguirá siendo soporte de la economía colombiana, aunque con moderación en el ritmo de crecimiento hacia 2026. Los emprendedores deben estar atentos a cambios en preferencias, al alza de la demanda de servicios personalizados y a la exigencia de experiencia del cliente.

Para sacar ventaja de estos retos y tendencias, los emprendedores deberían:
• Diseñar un modelo de negocio claro y escalable, que no dependa solo de sobrevivir sino de crecer.
• Asegurar una base digital sólida: presencia online, uso de datos, automatización de procesos.
• Incorporar la sostenibilidad como parte del ADN del negocio y no solo como etiqueta.
• Aprovechar las a los regionales del emprendimiento colombiano: identificar nichos locales, alianzas con actores locales y expandirse con visión.
• Prepararse para un entorno de incertidumbre: cambios regulatorios, fluctuaciones económicas, nuevas tecnologías emergentes.
Para los emprendedores colombianos que miran hacia 2026, el camino será exigente pero está lleno de potencial. Superar barreras tradicionales como el financiamiento, la formalización y la planificación, y al mismo tiempo capitalizar tendencias de digitalización, sostenibilidad y regionalización, permitirá construir empresas más resilientes, competitivas y adaptadas al futuro. Siembran hoy las bases correctas, para que en 2026 su emprendimiento no solo sobreviva, sino prospere.
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Fuentes: Portafolio, Infoabe, La República.