Errores de precio que cometen los nuevos emprendedores


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Fijar precios es uno de los retos más complejos para quienes están dando los primeros pasos en un emprendimiento. Aunque parece una decisión sencilla, es precisamente aquí donde muchos negocios se estancan sin darse cuenta. El precio no solo define ingresos: también influye en la percepción del cliente, en la capacidad de crecimiento y en la estabilidad del proyecto. Entender los errores más comunes permite a los emprendedores tomar decisiones más informadas y evitar tropiezos costosos.

erroresdeemprendedores

Uno de los fallos más frecuentes es copiar los precios de la competencia sin analizar el propio modelo de costos. Muchos emprendedores creen que basta con revisar cuánto cobra el vecino para “quedar dentro del mercado”, pero cada negocio tiene gastos diferentes: insumos, mano de obra, logística, herramientas, comisiones y tiempos invertidos. Cuando el precio no contempla todos estos elementos, la operación empieza a generar pérdidas silenciosas que solo se evidencian meses después.

Otro error es subestimar el valor del tiempo. En etapas iniciales es común que el emprendedor haga de todo: producir, vender, entregar, diseñar, responder mensajes o incluso administrar la contabilidad. Ese trabajo tiene un costo que muchas veces no se incluye en el precio final. Al no valorarlo, los emprendimientos quedan atrapados en un ciclo donde las ventas aumentan, pero las ganancias no.

También es común fijar precios basados en “lo que la gente paga”, sin validar si el público objetivo realmente percibe el valor del producto o servicio. Si la comunicación es débil o si la propuesta no está clara, el cliente compara únicamente por precio. En esos casos, los emprendedores tienden a bajar tarifas para competir, perdiendo margen y debilitando su propio negocio. El problema no siempre es el precio: a veces es la falta de diferenciación.

Por otro lado, muchos emprendedores olvidan proyectar el crecimiento. Un precio que funciona cuando se producen cinco unidades a la semana puede no ser sostenible cuando se producen cien. Costos de empaque, personal, transporte, insumos y herramientas cambian a medida que el negocio crece. Si el precio no contempla esa evolución, el emprendimiento se vuelve menos rentable con el tiempo, incluso si las ventas aumentan

Finalmente, la falta de revisión periódica es otro punto crítico. Los precios no son estáticos: deben ajustarse según inflación, demanda, costos y valor percibido. Mantener un precio fijo por largos periodos puede parecer una estrategia de fidelización, pero muchas veces solo erosiona los márgenes.

Evitar estos errores requiere análisis, información y acompañamiento. Con acceso a asesoría empresarial, orientación financiera, herramientas para estructurar costos y programas para fortalecer la estrategia comercial, Coomeva ofrece un apoyo clave para que los emprendedores establezcan precios más sólidos y coherentes con la realidad de sus negocios. Cuando la estructura económica está bien diseñada, el crecimiento deja de ser una apuesta y se convierte en una posibilidad tangible

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