La perspectiva de género se refiere a la forma en que las diferencias de género influyen en la vida de las personas. En el contexto laboral, esto significa tener en cuenta cómo las desigualdades y diferencias de género generan experiencias y oportunidades en el lugar de trabajo, por lo tanto, incorporar esta perspectiva no solo es importante desde un punto de vista ético, sino que también tiene beneficios para las empresas.
Las empresas que promueven la equidad de género son más innovadoras, tienen una mejor cultura laboral, son más eficientes y logran retener a su personal por más tiempo. Entonces surge la pregunta, ¿cómo se puede incorporar la perspectiva de género en el trabajo? Aquí te doy algunas sugerencias:
Es necesario adaptar nuestra empresa a las necesidades de las personas para que sientan que son parte fundamental de ella, independientemente de su género. Incorporar una perspectiva de género en el trabajo puede ser un desafío, pero es una medida imprescindible para crecer como empresa y general el bienestar que los colaboradores necesitan.