La actitud emprendedora se define como una conducta permanente de administración de los recursos con el propósito de generar resultados en la actividad desarrollada.
En un país como el nuestro, con altas tasas de desempleo, el subempleo y la informalidad, es imprescindible que se promueva el emprendimiento como estrategia para contrarrestar estas crisis sociales y económicas.