Dicen que el hogar es donde está el corazón, y para mí esa frase tiene todo el sentido. Mi casa no es solo un lugar para dormir o guardar mis cosas; es el espacio donde descanso, donde comparto con mi familia y donde recargo energía para enfrentar cada día. Con el tiempo entendí que cuidar mi hogar es también cuidar de mí misma.
Durante la pandemia, pasé más horas en casa que nunca y descubrí detalles que antes no notaba: la importancia de la luz natural, el poder de las plantas para dar vida a los espacios y la tranquilidad que generan los ambientes ordenados. Empecé a hacer pequeños cambios: mover los muebles para aprovechar mejor el espacio, pintar una pared con un color más cálido y añadir rincones acogedores para leer o tomar café.
Lo interesante es que esos cambios no solo embellecieron la casa, también influyeron en mi estado de ánimo. La psicología ambiental explica que los entornos donde vivimos impactan directamente en nuestro bienestar emocional y físico. Y lo comprobé: cuando mi casa se siente armoniosa, yo también me siento en paz.

Pero el hogar no solo se construye con decoración, también con planificación. Aprendí que tener un seguro, pensar en un crédito de vivienda o contar con respaldo para imprevistos es fundamental. Antes veía estos temas como algo lejano, sentía que estaba muy joven para pensar en eso, pero cuando me explicaron lo que puedo hacer con Coomeva, encontré soluciones claras y accesibles para que me benefician a mí y al mismo tiempo a mi familia. Saber que existen beneficios para financiar, asegurar o mejorar mi vivienda me dio tranquilidad.
También aprendí que, invertir en el hogar no significa gastar más, sino hacerlo de manera inteligente. Aproveché convenios que me permitieron renovar algunos electrodomésticos y, al mismo tiempo, ahorrar. Fue un recordatorio de que no se trata de tener una casa perfecta, sino un espacio que refleje quién soy y en el que mi familia y yo podamos crecer.
Hoy puedo ver mi hogar con otros ojos, ahora es un espacio que me da total tranquilidad y al mismo tiempo que me inspira, y no es porque sea el más grande ni el más moderno, sino porque refleja mis esfuerzos y mis prioridades. Es el lugar donde he podido celebrar mis logros, y al final, es un lugar donde siempre hay espacio para volver a empezar.
Quisiera que todos pudieran conocer cómo, a través de Coomeva, pueden acceder a beneficios para el hogar que los van a ayudar a construir un espacio lleno de bienestar y tranquilidad, de verdad que es la mejor decisión.
