Las empresas exitosas tienen una personalidad propia, única. Esa personalidad te diferencia de la competencia y demuestra que tienes claro el porqué de la existencia de tu organización.
La estrategia se basa en la misión y visión, el propósito y los valores. Es decir, por qué existe, a dónde se dirige, con qué intención y sobre qué comportamientos éticos y morales funcionará.
Raras veces el propósito, la misión y la visión de la empresa se definen adecuadamente.
Y esta es, quizás, la causa más importante de frustración y fracaso empresarial. No olvides que el liderazgo se trata de comunicar, y la misión y visión de tu empresa debe comunicar claro sus valores y propósitos.
El propósito de una organización se presenta en dos formas: el actual, que es la misión, y el futuro, es decir, la visión. La misión es una declaración clara, concisa y duradera de las razones de la existencia de un negocio. La visión representa un propósito futuro, proporcionando una imagen mental de la existencia de las aspiraciones hacia las que está orientada la empresa.
Además de esto, tenemos los valores empresariales. Estos son los ideales y principios que guían los pensamientos y las acciones del negocio y definen su carácter. Trabajando juntos, la misión, la visión y los valores proporcionan una poderosa fuerza direccional para unificar y coordinar acciones y decisiones.
Una vez definida la misión y visión, se procede al paso final del proceso de crear la identidad de la organización. Es decir, a la planeación estratégica. Esta intenta lograr la misión de la empresa, que es una encarnación de la visión. En este sentido, las estrategias empresariales:
- Ayudan a definir metas a corto, mediano y largo plazo y explican cómo alcanzarlas.
- Se centran en las acciones y los resultados necesarios para acercarse al enunciado de la misión, incidiendo en la parte organizacional.
- Evolucionan y se actualizan con el tiempo para adaptarse a los cambios y a las necesidades tanto de la empresa como de los clientes.
¿Cuáles errores evitar al enunciar la misión y visión de tu empresa?
No hay nada más inconveniente para un negocio que el estar desconectado de las actividades que realiza; así como el ser genérico o incomprensible en su misión y visión. Esto impedirá que los clientes entiendan la oferta y que los miembros de la empresa tengan claridad en la ejecución de los procesos. Veamos entonces qué errores evitar al redactarlas:
1. Generalizar
Las empresas deben tener su propia personalidad. Esto les otorga una ventaja comparativa y competitiva. Si al enunciar tu misión y visión describes a cualquier otro negocio, entonces estás generalizando. Esto es algo que se debe evitar. Muy al contrario, sé específico, claro y directo. Evita el uso de jerga cliché o muy utilizada. Por ejemplo, hablar de tu organización como “el proveedor líder” o “la mejor de su clase”. Más bien concéntrate en:
2. Escribir sin pensar
El enunciado de tu misión y visión empresarial es tan importante que no se puede dejar a la improvisación. Escribir sin pensar puede terminar en un documento inocuo y confuso, en el que se mezclen objetivos, estrategias, aspiraciones, valores y filosofía. Antes de escribir la primera palabra, hazte una serie de preguntas para pensar en los elementos claves a incluir:
3. Establecer metas inalcanzables
Cuando se trata de la declaración de la visión, quieres apuntar a las estrellas. Después de todo, se supone que esto describe el estado futuro deseado de tu empresa. Sin embargo, asegúrate de que la aspiración sea alcanzable. Es un error enunciar como misión y visión de tu negocio cosas utópicas.
4. Aburrir
La competitividad de una empresa reclama acciones que puedan lograr atraer, no ahuyentar. Por eso, piensa que no hay lugar para la retórica corporativa o las introspecciones filosóficas. Debes ir directamente al punto. Recuerda que, si tus empleados no se identifican con tu misión y visión, entonces tampoco significará mucho para tus clientes.
5. Confundir
Si tu negocio se dedica al comercio electrónico y lo enuncias como una granja de pollos, alguien se confundirá. La clave para comunicar claramente de qué trata tu organización es la simpleza de una descripción real. Si tu misión y visión confunden, entonces deberás considerar volver a la mesa de dibujo.
Muchas veces se confunde la filosofía de una empresa con la misión y la visión. Tanto la misión como la visión hacen parte de la filosofía de una empresa que refleja los valores de sus líderes; estos son los valores que se aplican en el día a día. Recuerda que la visión es el lugar al que queremos ir, o el viaje que queremos emprender, y la misión es el medio que nos lleva a ella.
A modo de conclusión diremos que la importancia de la misión y visión de tu negocio condiciona el devenir de esta. Sin embargo, vemos cómo las organizaciones dejaron de ser monolíticas y adversas al cambio. Hoy en día, el éxito está en la flexibilidad y adaptabilidad de la empresa sin que signifique claudicar a sus objetivos fundacionales.
Si tu empresa tiene clara tanto la misión como la visión, entonces podrá ser tan flexible como adaptativa. ¿Por qué? Porque es única y porque tiene una individualidad y una identidad propia. No es copia ni es duplicado. Así su oferta y propuesta de valor será igual: única.