La huella de carbono comprende el conjunto de emisiones de gases efecto invernadero (GEI) generados directa o indirectamente por una persona, organización, evento o producto; esta medida constituye una herramienta de gestión ambiental que permite determinar las acciones que contribuyen al aumento de las emisiones.
La huella de carbono puede ser abordada desde diferentes enfoques: corporativo, ciclo de vida de un producto, personal, eventos, entre otros.
Desde el enfoque personal la huella de carbono evalúa las emisiones de gases de efecto invernadero provocadas por una persona en un tiempo determinado. Para calcular esta huella de carbono es necesario conocer los hábitos de consumo de una persona.
En varias páginas de Internet se encuentran disponibles calculadoras de huella de carbono, herramientas interactivas que permiten a cualquier ciudadano calcular de forma rápida su huella de carbono, cuantificando el impacto generado por sus hábitos, consumos y actividades.
Algunas medidas que puedes implementar para reducir tu huella de carbono son:
Es importante que te concientices que cuando prendes un computador, viajas en automóvil, cargas el celular, dejas electrodomésticos conectados o realizas cualquier otra actividad a nivel personal o profesional son liberados a la atmósfera compuestos como los gases efecto invernadero (GEI), entre los cuales encontramos metano, óxido nitroso, hexafluoruro de azufre y dióxido de carbono.
El dióxido de carbono es el GEI más abundante y el que produce el aumento de la temperatura terrestre o calentamiento global.
Por tanto, adoptando cambios en tus actividades haciéndolas más sostenibles, reduces tu huella de carbono, y estás contribuyendo a contrarrestar el fenómeno ambiental conocido como cambio climático y ayudando a mejorar las condiciones de vida de todos los que habitamos el planeta ¡A reducir tu huella!