La falta de responsabilidad afectiva en estos tiempos es cada vez más impresionante. Las personas pretendemos ser más interesantes y no mostrar interés en una persona que nos gusta lo estamos confundiendo con una barrera para protegernos de que nos lastimen; aunque, esperamos siempre que esa persona sí nos demuestre lo que a nosotros nos da miedo.
Entre menos interés muestro, mucho mejor. Por este pensamiento tan equivocado y egoísta, cada vez, las personas resultan lastimadas y pierden esa esencia de amar de verdad; entonces, entramos en un estado mental dañino no solo para nosotros sino para aquellos que se interesan en conocernos y acercarse.
Pero también debo de tener en cuenta qué es la responsabilidad afectiva, cómo percibir eso de otra persona o cómo demostrarlo. Esa responsabilidad la podemos confundir con que nos demuestran amabilidad, pero eso no indica que la persona se caracterice por poseer de esta virtud; aún así, nos podemos engañar y chocar con la realidad.
Un día alguien se aleja completamente, sin razón alguna, sin explicaciones, y hay quiénes nos quedamos preguntando ¿qué hicimos? ¿por qué se fue? Y sea que le hayamos cultivado aprecio a la persona o no, eso nos llega a afectar a la mayoría de las personas, llega el famoso momento de “sobre pensar las cosas” y el temor de preguntarle a la persona qué pasó, quizá, no recibimos respuesta o recibimos una respuesta cruda y sin tacto alguno, porque estas personas confunden la sinceridad con la crueldad.
Responsabilidad afectiva es dejarle claro a una persona desde el momento uno lo que usted permite o no permite, lo que espera o lo que no espera, qué buscas o lo que no buscas. Aunque no creas que sea necesario, es algo que va a ayudarte muchísimo en la comunicación con esa persona, van a poder fluir con tranquilidad; claro, esto no quiere decir que los sentimientos no vayan a surgir, esto ya es algo que se puede salir de nuestro control, pero puede ahorrarte mucho sufrimiento tanto a ti como a aquella persona.
Nunca nos vayamos sin dar una explicación o dar por hecho que a la persona le dará igual, sea que le importe o no nuestra decisión, demostremos que somos personas maduras y con inteligencia emocional. Sea que nos hayan hecho daños en el pasado o no, el tomar una actitud inmadura frente a nuestras emociones y a las de un tercero, nos libera de cargas muy grandes por más discretas que parezcan