La enfermedad de Parkinson es una enfermedad neurológica crónica y progresiva, es decir, que se va complicando con el tiempo. Esta enfermedad se manifiesta principalmente por bradicinesia, o aparición de lentitud al moverse. Si bien es cierto que con el envejecimiento es normal que la forma de moverse sea más lenta, la enfermedad de Parkinson va acompañada por alguno de los síntomas siguientes: temblor durante el reposo, rigidez y problemas de equilibrio.
Es involuntario e incontrolable. El temblor es rítmico y disminuye al mover la parte del cuerpo que evidencia el problema, es decir, un paciente con Parkinson puede presentar temblor evidente en sus manos si las deja a los lados del cuerpo, mientras que si las mueve mientras habla, ese temblor disminuye, pudiendo pasar desapercibido para las demás personas.
El temblor de quien padece la Enfermedad de Parkinson desaparece mientras duerme y suele aumentar con los cambios emocionales. Es importante que tengas presente que no todas las personas que tiemblan tienen Parkinson ni todos los enfermos de Parkinson tiemblan.
El temblor de quien padece la Enfermedad de Parkinson desaparece mientras duerme y suele aumentar con los cambios emocionales.
Es importante que tengas presente que no todas las personas que tiemblan tienen Parkinson ni todos los enfermos de Parkinson tiemblan.
Esta se manifiesta cuando la persona se siente “tiesa” y es producto de una mayor contractura muscular.
Genera inestabilidad en la persona, por lo cual puede caerse fácilmente. El temblor durante el reposo, la rigidez y los problemas de equilibrio, se denominan cardinales porque son la base sobre la cual se diagnostica la enfermedad.
Otros síntomas que pueden manifestarse en alguien con Parkinson son:
La enfermedad de Parkinson es más frecuente en la población mayor de 60 años. Aunque es poco frecuente que se presente en personas jóvenes, estas también pueden padecerla.
La enfermedad de Parkinson es producida por la destrucción de neuronas, especialmente de las presentes en una zona del cerebro llamada Sustancia Negra. Estas neuronas son las encargadas de producir dopamina, sustancia que actúa en el cerebro, en la zona encargada del control del movimiento corporal.
Actualmente, el tratamiento de la enfermedad de Parkinson está orientado a disminuir o aliviar los síntomas de la enfermedad, lo cual puede lograrse con medicamentos y con tratamiento de rehabilitación mediante kinesioterapia, tratamiento de fonoaudiología para la voz y terapia ocupacional para procurar la independencia del paciente en la realización de sus actividades diarias y habituales.