La estimulación magnética transcraneal es un tratamiento utilizado en diferentes trastornos mentales en especial la depresión. Según la ONU la pandemia del COVID-19 ha generado efectos negativos en la salud mental. Aumentando la prevalencia en un 25 y 27% de los casos de depresión y la ansiedad, por lo tanto, los profesionales de la salud hacen uso de este método (Lanza et al., 2023; ONU, 2022).
Si tienes poco conocimiento de este tratamiento innovador, a continuación, te brindaremos información pertinente.
Es un método no invasivo que utiliza campos magnéticos, estimulando las células nerviosas en el cerebro. Generalmente, se indica para tratar los síntomas de depresión y otros trastornos mentales. Este tratamiento enriquece los elementos de la Medicina Regenerativa (Mayo Clinic, 2021; Lanza et al., 2023).
La estimulación magnética transcraneal utiliza un equipo conformado por una fuente de energía que descarga en un capacitador. Seguidamente, genera pulsos cortos de corriente eléctrica dirigida a una bobina productora de un campo magnético pulsátil.
El pulso aplicado en el cuero cabelludo atraviesa el hueso del cráneo generando un campo eléctrico al entrar. Este, inducido por la estimulación interactúa directamente con los axones en la corteza objetivo.
La acción que un solo pulso genera, es una cascada de actividad sináptica de alta frecuencia en la corteza motora estimulada (Siebner et al., 2022).
La estimulación magnética transcraneal resulta ser una opción en el manejo de la depresión cuando no hay mejoría aun haciendo uso de fármacos y terapias alternativas como la musicoterapia.
En la apnea obstructiva del sueño; cuando no hay respuesta al manejo con CPAP o bien en conjunto con este procedimiento (Lanza et al., 2023).
Asimismo, la estimulación magnética transcraneal puede ser útil en personas con enfermedades crónicas. Téngase en cuenta que, dado que tienen un mayor riesgo de presentar trastornos de ansiedad, pueden aumentar al ser sometidos a procedimientos que generan mayor estrés. Por ejemplo, trasplantes de corazón artificial o cirugía refractiva en pacientes con patologías oftalmológicas (Mayo Clinic, 2021).
Además, resulta útil para el tratamiento del insomnio crónico. Así como en el síndrome de las piernas inquietas y el bruxismo, patologías que podrían repercutir sobre la salud mental. Son algunos de los ejemplos que podemos citar.
En fin, se sigue sin conocer con certeza la causa exacta y los procesos determinantes de las enfermedades mentales. Sin embargo, hay una gran esperanza de que con la ayuda de la biotecnología, se avanzará hacia un mejor conocimiento (ONU, 2022).
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