La mayoría de los startups desarrollan un producto mínimo viable antes de salir al mercado. Para esto, validan una idea de negocio, miden su demanda y la prueban en diferentes escenarios.
La creación de una empresa es el sueño de muchas personas, aunque llevarlo a cabo es más complejo de lo que parece. Así, hay varias herramientas que los emprendedores pueden usar para conocer si realmente tienen una oportunidad de negocio. Una de ellas es la creación de un producto mínimo viable, es decir, una versión pequeña, rápida y funcional de su idea.
Según Eric Rise (2008), emprendedor de Silicon Valley y creador del concepto, un producto mínimo viable es la versión pequeña de un nuevo producto.
Este se lanza con poco esfuerzo y permite a un equipo recopilar la mayor cantidad de información de clientes.
En consecuencia, crear uno no solo te ayudará a entender si los usuarios comprarán tu producto o servicio. Además, podrás recibir la retroalimentación de tus consumidores para tomar el camino correcto. Muchas de las empresas que hoy conocemos han surgido a partir de un producto mínimo viable.
Product Hunt, por ejemplo, ayuda a las personas a descubrir y calificar nuevos productos y nació a partir de una cadena de correos en la que conocidos de su creador calificaban un proyecto.
Hoy es una amplia plataforma a la que puedes ingresar para conocer las herramientas tecnológicas más nuevas del mercado.
Otro interesante caso es el de Imgur, un servicio de hosting de imágenes que fue presentado a través de Reditt. La plataforma fue tan bien acogida que obtuvo $60 millones de dólares en capital de riesgo.
Ahora que conoces las razones para crear un producto mínimo viable, a continuación,
podrás ver un paso a paso para desarrollarlo:
1. Encuentra la esencia de tu negocio:
2. Realiza estudios de mercado:
Tener claro tu core business es determinante para ofrecer valor al mercado. Define cuáles son sus ventajas competitivas y por qué los consumidores escogerían tu producto y no a otros. Una forma aconsejable de llegar a esta conclusión es implementando la estrategia del océano azul. Esto te permite encontrar un espacio poco explorado en la industria.
La idea que tienes en mente puede no encajar con las necesidades o las tendencias. Antes de que te embarques en la creación de un startup es importante que realices una segmentación de mercado. Después podrás hacer estudios, ya sea mediante la realización de encuestas o entrevistas a grupos focales.
4. Haz un prototipo de tu solución:
5. Valora sus resultados:
Ya que has superado las fases preliminares, es hora de crear tu prototipo. Para esto enfócate en las funciones principales que quieres que contenga tu producto mínimo viable y facilidad de uso.
El análisis continuo y el seguimiento de los datos obtenidos son la clave para hacer los ajustes necesarios que te lleven a lanzar el mejor producto final.
1. Si bien la creación de un producto mínimo viable consiste en lanzarlo rápidamente y que sea económico, es importante que tengas en cuenta que también debe ser útil para los consumidores. Recuerda que es un prototipo y que tus clientes deben testearlo. Por eso, debe ser funcional para ellos, ya que así garantizarás la obtención de una retroalimentación sincera y efectiva para su evolución.
2. Crea un canal de comunicación específico para atención al cliente. La razón de ser del producto mínimo viable es obtener la mayor cantidad de comentarios para mejorar tu producto final. Tenerlos en una sola plataforma permitirá extraer los datos y medirlos más fácilmente.
De igual manera, te ayuda a establecer un embudo de ventas que te garantice el mayor número de conversiones
3. Confía en tu visión y en los estudios que realizaste previamente, no retardes el lanzamiento de tu producto mínimo viable porque sientes que no está perfecto.
No gastes más tiempo del necesario y concéntrate en ser estratégico y analítico cuando empieces a recibir el feedback, así lograrás desarrollar la mejor versión final de tu producto.