El establecimiento de una identidad común es un aspecto vital para la preservación de las comunidades. En este sentido, existe un valor cultural para cada grupo social diferenciado; por ejemplo, Colombia posee 6 regiones, 115 etnias indígenas y 178 asentamientos afrocolombianos con tradiciones variadas, que demuestran la riqueza humana de su territorio (Grupo de Trabajo Internacional para Asuntos Indígenas [IWGIA], 2021).
Precisamente, en este punto surge una cuestión de gran interés, a saber: ¿cómo estudiar estos hábitos compartidos desde la ciencia social? A continuación, aprenderás sobre los valores culturales y sus principales corrientes académicas de análisis.
Son el conjunto de relaciones y prácticas sociales (lenguas, imaginarios, creencias, quehaceres, filosofías, costumbres, etc.) que representan a una sociedad determinada. Es decir, modos de vida establecidos y asumidos como propios a través de la historia grupal (Euroinnova, s.f.). Para entender su importancia como concepto, es necesario remitirse a fuentes:
El humanismo ve al hombre como un campo que debe ser cultivado por la educación. De esta manera, el valor cultural engloba conocimientos científicos y artísticos obtenidos mediante la inteligencia y la creatividad (Fundación Tomás Moro, s.f.). Por ejemplo, la obra de Gabriel García Márquez es un referente literario, nacional e internacional, para conocer la cultura colombiana.
La antropología centra su análisis en las normas que rigen el comportamiento de los individuos en sociedad. Por ende, el valor cultural concentra aquellos elementos (mitos, religión, tipos de literatura y arte, tratados éticos, etc.) que contribuyen a la consolidación de una visión de mundo colectiva particular (Montagud, 2021; Sánchez, 2017).
De hecho, las religiones funcionan como puntos de integración social, ya que establecen creencias que orientan la forma de vida de las personas. Por ejemplo, 78.2 % de los colombianos son católicos (Departamento Administrativo Nacional de Estadística [DANE], 2022). Es decir, personas que recibieron educación basada en la Iglesia Romana. Por ende, se identifican con valores cristianos como la abstinencia, caridad y solidaridad.
Por otro lado, algunos pueblos del Pacífico Colombiano tienen tradiciones religiosas basadas en herencias africanas. Muestra de ello son la creencia en que los alabaos (cantos funerarios), posibilitan el paso de los fallecidos hacia el más allá (Universidad de los Andes, s.f.).
Plantea una interpretación de las redes significativas que se instauran al interior de los grupos. Dichas redes son dinámicas y pueden cambiar mediante procesos de (Araiza et al., 2020; Ivette, 2021):
- Aculturación: consiste en grupos sociales que pierden su cultura de origen para interiorizar prácticas culturales de otro grupo.
- Interculturalidad: comprende aquellos grupos sociales que poseen prácticas pertenecientes a dos o más culturas definidas.
Por consiguiente, el valor cultural es el resultado de expresiones que se mantienen o modifican según las necesidades e intereses de los grupos sociales.
Por ejemplo, los poetas nadaístas crearon una contracultura que desafió los valores tradicionales de la sociedad colombiana. Esto permitió la introducción de nuevas ideas y actitudes que transformaron la visión de mundo establecida.
Dentro de las líneas de investigación más interesantes, resaltan:
En suma, el valor cultural reúne los saberes, expresiones y prácticas que caracterizan a los grupos sociales. Por consiguiente, es un aspecto de enorme relevancia para la consolidación de identidades y visiones de mundo colectivas. Si quieres seguir aprendiendo con contenidos similares, únete a nuestro grupo de Facebook de profesionales.